Pues la verdad creo que ninguna mujer ha tenido por mi un deseo de relación y una atracción. Si no fuera por los sucedáneos que aportan la economía, nunca hubiera dado un beso. Uno descubre éstas cosas muy tarde, siempre existe ese indicio de no haberse encontrado con la correcta, con la falsa ilusión de no haber encontrado la media naranja, de que es necesario buscar, que si una se niega a la relación vienes más oportunidades. Pues les juro, no hay forma que alguna mujer se fije en mí, que por iniciativa alguna me llame, que una moje sus calzones por mi, que alguien me hubiese soñado, nunca, evidentemente no soy atractivo y ya. Y eso hay que aceptarlo.